Cruz Azul sufre la maldición de esperar siempre que aparezca un héroe, un milagro. Como el que Querétaro empezó a crear mientras el partido llega a su recta final, con el 3-1 en una voltereta que fue definitiva. Hace al menos cinco o seis jornadas que La Máquina se entrega a la luz de esa jugada salvadora. La diferencia es que no la encontró y se alejó de la pelea de un lugar entre los 10 mejores clasificados.