En el futbol de Argentina se habla de “aguante” cuando un equipo o la hinchada de un club pone el cuerpo a los golpes de la adversidad. Es una cualidad tanto física como moral. Eso, aguante, es lo que requería el Guadalajara para reponerse de la deshonra sufrida en el clásico por la goleada que les propinó el América y una estela de derrotas consecutivas.